Este verano tenemos un plan. A primera vista lo de trabajar en casa y tener mi oficina en el salón no es muy compatible con los tres meses de vacaciones que tiene mi hija. En vista de lo que nos iba a llegar y después de la experiencia del año pasado, donde la improvisación se apoderó de nuestras vidas, he decidido trazar un plan y estoy en búsqueda de libros de manualidades para niños pero de esos que me gustan tanto a mí como a Elia.
Una de las cosas que me llevó a trabajar por mi cuenta era de la poder gestionar mi tiempo para poder conciliar y disfrutar de mi hija. No me he perdido ni «una primera vez». Eso no tiene precio y quiero seguir haciéndolo. Aunque me pase el verano haciendo malabares.